28 febrero 2008

Trentren y Caicai


Según la cultura mapuche, eran dos serpientes gigantes, una de mar (Caicai-Vilu) y una de tierra Tenten-Vilu, qué dominaban cada una su territorio.

Los hijos de Peripillán y Antu, fueron convertidos en serpientes en castigo. Caicaivilu (hijo de Peripillán) fue convertido en una serpiente marina, mientras que Trentrenvilu (hijo de Antu) fue convertido en una serpiente de tierra.

La apariencia de Caicai sería de un ser mitad culebra y mitad pez; y la apariencia de Tenten, el de una culebra gigante. Éstas se encuentran, frecuentemente, en pugna.

Se cuenta que Cai-Cai, con su piel de agua de mar, invadió las tierras bajas sepultando en las profundidades a sus habitantes, hasta que vino el Ten-Ten para salvarlos. Subió a sus gentes en su largo lomo y los transformó en aves para que tuvieran el poder de volar.
Así pudieron escapar de Cai-Cai y llegaron a las tierras más altas, donde no pudo alcanzarlos. Pero la lucha no terminó ahí, ya que ninguno de los dos se conformaba con sólo una parte del botín. Las aguas bajaron. Los animales se transformaron nuevamente en seres humanos y los que no pudieron alcanzar las cumbres de los cerros fueron lobos para siempre y aun se los puede sentir deambulando y aullando en las noches de luna.

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