Son viejos indios bautizados que de noche se vuelven tigres para comerse a sus compañeros u otras personas. Cuando les viene el mal propósito se alejan de sus semejantes y se sumergen en la oscuridad de la noche, buscando el abrigo de un matorral. Allí empiezan a revolcarse de izquierda a derecha sobre un cuero de jaguar, rezando un credo al revés, mientras cambian de aspecto. Salen entonces de caza y, ya devorada la presa, retornan a su forma primitiva, realizando la misma operación, pero ahora en sentido inverso (de derecha a izquierda).
Se lo describe como un tigre muy feroz y sanguinario, de cola corta, casi rabón o directamente, sin cola y la frente desprovista de pelos. Otras versiones lo pintan mitad hombre y mitad animal o con cuerpo de yaguareté y extremidades humanas.
Se dice que es inmune a las balas, a menos que estén bendecidas. También es eficaz el machete bendecido.
Se lo describe como un tigre muy feroz y sanguinario, de cola corta, casi rabón o directamente, sin cola y la frente desprovista de pelos. Otras versiones lo pintan mitad hombre y mitad animal o con cuerpo de yaguareté y extremidades humanas.
Se dice que es inmune a las balas, a menos que estén bendecidas. También es eficaz el machete bendecido.
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