Mujer hermosa de cabellos tan transparentes con las propias aguas que le sirven de morada. Aparecía al borde de las aguas del Níger por las tardes en donde esperaba a su amante. No es claro si se trataba de una diosa o de una mortal con un gran poder de atracción por el que su elegido era conducido por ella a través de maravillosos caminos hasta ciudades bajo el agua, fastuosas y desconocidas, donde sólo hay espacio para la felicidad eterna consumada en una gran ceremonia adornada con el sonido del tantán y de los tambores.
Eduardo Galeano
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Esta parte reservada del ciberespacio siempre se ha nutrido de tus palabras
paganas. Se te echará de menos.
Hasta siempre Eduardo!
Hace 8 años.
1 comentario:
hola!
me gusta mucho tu blog
me gustaría saber si no tenés más información sobre Haraké porque en internet no encontré nada..
besos y mucha luz!
=)
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